Asimismo desarrolla la capacidad de captar la realidad tal cual es, por una parte, y la forma en que nuestra mente la interpreta, por otra. Al enseñarle a la mente a estar presente, nos enseñamos a nosotros mismos a vivir más conscientemente, en el presente, respirando, sin estar atados a pensamientos y sentimientos reactivos, lo cual es particularmente útil cuando nos enfrentamos a circunstancias desafiantes o situaciones difíciles.
Entrenarte en la práctica de mindfulness para que puedas integrar cuerpo y mente con recursos para estar en calma, tomar decisiones en momentos complicados, poder manejar las emociones y el estrés y así mejorar tu calidad de vida.
Mejorar el bienestar psicológico general a través del cultivo de actitudes vitales no valorativas.
Al igual que la inteligencia intelectual, que se manifiesta a través de la lectura y el aprendizaje, la inteligencia emocional puede fomentarse a través de una existencia consciente.
La velocidad en la que hoy en día vivimos inmersos, tanto profesional como personal, hace que nuestras ocasiones de ser creativos puedan verse mermadas.
Concentrarnos en lo que realmente importa, ver con claridad la situación para poder tomar mejores decisiones, ser capaces de plantear soluciones creativas y además poder sentir empatía hacia los demás.